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                                              Función del tronco encefálico

El tronco del encéfalo es la estructura que conecta el cerebro con la médula espinal y el cerebeloEs fundamental para las funciones básicas vitales y autonómicas, tanto simpáticas como parasimpáticas, como pueden ser la respiración, la conciencia, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, regulación del sueó, entre otras, de manera que a continuación detallaremos otras actividades de las que se encarga esta importante área. Además, las diferentes partes del tronco del encéfalo comparten las mismas vías, por lo que varias de las funciones vitales son mediadas por las 3 áreas que componen el tronco del encéfalo.

Como neuropsicólogos debemos conocer el tipo de sintomatología que causa el daño en el tronco encefálico, pues en nuestra práctica clínica no vamos a poder elegir el tipo de lesiones que vamos a ver, por lo que conviene comprender todo tipo de lesión cerebral, incluyendo troncoencéfalo.

Como se muestra en la siguiente imagen, está compuesto por mesencéfalo, puente (o protuberancia) y bulbo raquídeo. 

Debido a las importantes estructuras neurales concentradas en esta pequeña porción del sistema nervioso, incluso las lesiones más pequeñas pueden producir alteraciones severas en el funcionamiento vital y motor de una persona, pudiendo producir  vértigos, problemas de equilibrio, mareos, dolor de cabeza, anomalías en el movimiento de los ojos, debilidad o alteraciones motoras entre otras alteraciones.

Diez de los doce nervios craneales (del  III a XII, excepto los asociados con el olfato y la visión) surgen de sus núcleos de nervios craneales en el tronco encefálico. Todas las vías eferentes y aferentes entre el cerebro y cerebelo discurren a través del tronco encefálico y sirven para el intercambio de información cuerpo-cerebro.

Dentro del sistema troncotalámico, se encuentra el sistema activador reticular ascendente (Sara), sistema de gran importancia, ya que es el encargado de regular la vigilia y el arousal cerebral, y por consiguiente, la activación cerebral, gracias a las proyecciones de noradrenalina desde el locus coeruleus.

Las principales vías nerviosas en el tronco encefálico son: 

  • Espinotalámico : Información sensorial.
  • Corticoespinal : Control del movimiento.
  • Espinocerebeloso : Regulación de la posición del cuerpo.

Mesencéfalo: En el mesencéfalo se encuentra el tectum, que recibe información sensitiva visual y auditiva. Y el tegmento que regula las funciones motoras de las extremidades. Del mismo modo, la sustancia negra y el núcleo rojo del mesencéfalo interactúan con los ganglios basales de los hemisferios cerebrales para ayudar a controlar el movimiento.

Además, la sustancia negra es rica en neuronas dopaminérgicas y se considera parte de los gánglios basales, asociada con la patología motora que se produce en la enfermedad de Parkinson. 

La sustancia gris periacueductal controla las conductas sexuales, alimentación y modulación de respuesta al dolor.

El mesencéfalo también regula y controla las respuestas auditivas localizando sonidos, y respuestas visuales, como el movimiento ocular y la dilatación de las pupilas. También media en la capacidad de la risa, el llanto, la conciencia, atención, integración sensorial y movimientos de la cabeza y cuello.

Puente o protuberancia: Esta estructura interviene en procesos regulatorios, sensitivos, vegetativos, viscerales y motores. Es una vía de comunicación bidireccional, sirve de puente de información, de ahí su nombreAdemás, es por donde transcurren los tractos que van desde el cerebro hasta el bulbo raquídeo, la médula espinal, y tiene conexiones importantes con el cerebelo a través de haces de fibras llamados pedúnculos cerebelosos.

En el puente se encuentran varios de los núcleos de los nervios craneales, en especial de los nervios que transportan información sobre las sensaciones del tacto, el dolor y la temperatura de la cara, boca y la cabeza. También media en el movimiento de los ojos, la masticación, respiración, percepción del dolor, la deglución, el gusto, la segregación de saliva, de lágrimas, la percepción auditiva, el parpadeo, el tacto, la producción de lágrimas, el sueño, conciencia, la audición, el mantenimiento del equilibrio gracias a los núcleos vestibulares y cocleares, el movimiento, la expresión de las emociones gracias a los nervios craneales que también pasan por el puente y la regulación homeostática como la temperatura y otros procesos fisiológicos.

Bulbo raquídeo: Igual que el mesencéfalo y el puente, el bulbo también regula funciones vitales y comparte muchas de las funciones descritas anteriormente, pero además envía gran parte de la información motora y sensorial a los músculos de todo el cuerpo. También conecta con el cerebelo para regular la motricidad. 

El bulbo se ve implicado en la visión, regula el ritmo cardiaco, la vasoconstricción, la presión arterial, respiración, función de las vísceras o la percepción del gusto.

Es una zona muy importante, pues alberga el inicio de los nervios vago, accesorio y glosofaríngeo, cruciales para controlar los músculos necesarios para la alimentación y la digestión, controlando la producción y emisión de los flujos gástricos. 

Del mismo modo, también alberga el nervio trigémino, el cual es de especial relevancia a la hora de transmitir la información sensorial de dolor, la temperatura y el tacto. 

También media en acciones involuntarias como los estornudos y las náuseas. 

Por último, también media en el control y coordinación de movimientos voluntarios como el movimiento de la cabeza, cara y boca.

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